No es una sorpresa si digo que lo más destacado de “1917” es todo su fantástico apartado visual pero no es lo único. Su más que conocido falso plano secuencia consigue meterte de lleno en la acción y hacer que te sientas como un soldado más en esas trincheras de la primera guerra mundial o en las ciudades en ruinas. Sam Mendes demuestra que es uno de los grandes directores de la actualidad y todos los premios que gane son más que merecidos. Además cuenta con la maravillosa banda sonora de Thomas Newman y que es el complemento perfecto para todo lo que vamos viendo en la pantalla.
Se me hace raro y quizás un poco injusto que con tanta nominación, George MacKay no esté nominado porque su trabajo es espectacular y en muchas ocasiones él es la película y vemos en su cara el horror de lo que está viendo y viviendo. Me han gustado también los “cameos” de actores como Mark Strong, Andrew Scott o Benedict Cumberbatch entre otros que, en papeles pequeños, aportan su carisma y su buen hacer.
Quizás su punto más débil sea el guión y me sorprende verle nominado en la categoría de mejor guión original. Es verdad que el desarrollo de la historia sí que está bastante bien y como, con unos pocos diálogos y actitudes, vemos desde el principio perfectamente dibujados a los dos personajes principales. Pero vamos, lo del guión es por poner un pequeño pero a una película llena de virtudes.
Es una película para ver en una sala de cine y olvidarte de todo lo demás durante las dos horas que dura y que a mi se me han hecho muy cortas. Estoy seguro que con el tiempo “1917” será un clásico del cine bélico a la altura de “Salvar al soldado Ryan” o “Doce del patíbulo” por decir dos ejemplos de películas bélicas eternas.
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