En un lluvioso día de Mayo

Nuevamente me ha vuelto a pasar, algo nada sorprende para la gente que me conoce, que he descuidado sin motivo aparente el blog. Uno de los motivos por los que ha pasado tanto tiempo desde la última vez que escribí es que no consigo centrarme en un tema concreto para ponerme a escribir algo medianamente interesante sobre él.  Tengo ideas interesante pero como no me pongo a escribir en el momento en que se me ocurren luego ya no me parecen tan interesantes como me lo habían parecido.

En otras ocasiones recibo chispazos de inspiración, sobre temas diversos, en los más variopintos lugares y como no lo escribo inmediatamente, se me olvida. Siempre me he considero un escritor de impulsos, rachas sujetas a la inspiración más o menos ocasional. Ahora eso no es así, se que debo trabajar más para que la inspiración aparezca, pero eso es algo que me da mucha pereza, la cual debe ser domada para poder permitir que las palabras vuelvan a resurgir de mi cabeza.

Por todo ello he decidido escribir más a menudo aunque eso me lleve a escribir entradas más cortas de lo que son habituales en mí. La gente que me conoce sabe que la capacidad de síntesis  no es una de mis virtudes, más bien lo contrario, y eso a la larga, para un blog, es perjudicial. Un blog requiere dinamismo, actualizaciones, más o menos constantes y sobre todo “post” no demasiados largos que puedan hacer desistir a la gente de leerlos en un primer vistazo.

En estos tiempos que vivimos, en los que hay estudios que muestran que nuestra capacidad de atención va menguando, hay muchas personas que pasan de largo de textos interesantísimos, no digo que sea este el caso, solo por ser más largos de lo que normal. Un claro ejemplo de esto es como se escribía en los mensajes de móvil o como se escribe actualmente en las conversaciones mantenidas por whatsapp. Incluso puede llegar a ser necesario un intérprete para entender algunos mensajes.

Es momento de ir terminando por el propósito de este post ya se ha cumplido y no era otro que anunciar la vuelta de la actividad del blog. Además tampoco quiero extenderme más allá de lo necesario. Llegaran otras entradas en las que podre divagar a gusto sobre los más variopintos y extravagantes temas, porque, al fin y al cabo, de eso se trata en un blog como este.

Larga vida y prosperidad.