Hace
unos días, para celebrar la noche de Halloween, fuimos al manicomio de los
horrores, que es una variante del circo de los horrores. Se estará preguntado,
querido lector, que es el circo de los horrores. Es un circo diferente, con una
puesta en escena fantástica que te transporta durante dos horas a un manicomio
de lo más especial y habitado por los seres más interesantes y de lo más
particulares pero únicos y geniales. Pero como una imagen vale más que mil
palabras, en su web, podéis ver un vídeo de lo más explicativo y que ofrece un
pequeño adelanto:
¿Cómo
profundizar en lo allí vivido sin desvelar nada para que la sorpresa les golpee
si es que deciden ir? Intentar expresarlo con palabras lo vivido allí durante
las dos horas que dura la sesión, las cuales se pasan en un suspiro, es harto
difícil. Todos
y cada uno de los números son una delicia y hace que experimenten las más
variopintas sensaciones, en función del número que en esos momentos estás
viendo y viviendo. Te hacen reír, te asombran, te alucinan y hacen que tu mente
viaje durante dos horas y te olvides de que fuera, hay un mundo gris y una vida
realmente complicada.
En
resumen y como ellos mismo pregonan, hacen que te olvides de todo y consiguen
cautivarte de tal forma durante el tiempo que dura el espectáculo, dos horas
únicas, diferentes y geniales, que hacen que
dejes atrás todas aquellas rémoras que todos arrastramos en la vida.
Edgar
Allan Poe dijo una vez que “La ciencia no
nos ha enseñado aún si la locura es o no lo más sublime de la inteligencia” y los locos que pueblan este manicomio
son una prueba evidente de que tenía razón.
Sinceramente vuestro, el Alkimista.
PD:
otro punto interesante y atractivo es que si sacas las entradas con cierto
tiempo de antelación tienes un descuento del 50% cosa nada desdeñable en los
tiempos que vivimos.
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