La
entrada de hoy es sencilla y propiciada por las fechas en que nos encontramos. Esta
noche se celebra Halloween que tiene sus orígenes en la fiesta celta de Samhain, quizás
la fiesta celta más importante porque significaba el fin de un periodo y el
principio de otro. Creo que también es la fiesta más importante para los practicantes,
a los cuales les pido perdón por si leen esto y no es la palabra adecuada, de
la religión Wicca y de otros movimientos paganos. Evidentemente el cristianismo
tomo prestada esta fiesta y la convirtió en la fiesta de todos los santos, algo
que solía hacer con todas las fiestas importantes de las religiones que había antes
que ella, pero esto por sí solo, merece otra entrada entera. Como no soy un
experto y por si alguno está interesado, pongo en enlace de la wikipedia para
tener algo más de información:
Como a mi Halloween es una de las fiestas que más me gustan por diferentes
motivos, en los cuales no voy a entrar por falta de tiempo, quería tener una
entrada en esta fecha. Hubo una época de mi pasado que me dio por escribir poesía,
o por lo menos yo lo llamo así, aunque seguro que para mucha gente no lo será
pero bueno, a mi me vino bien escribirla. Por tanto, hoy sacare del baúl uno de
aquellos poemas, en este caso uno dedicado a la muerte, que si lo vemos como
cambio, es la idea fundamental de la fiesta en que nos encontramos. La idea era
haber hecho una trilogía, obviamente, basada en la Divina Comedia de Dante
sobre la muerte, el infierno y el cielo, pero al final solo escribí la de la
muerte. Sin más preámbulo, ahí va, “I – La muerte”:
“LA
MUERTE
Fuera, es de noche, no hay luna.
La oscuridad reina sobre la tierra,
un relámpago golpea en lo alto
y la lluvia cae sobre la tierra.
La lluvia es fría y
cortante
el viento gime de dolor
y la niebla oculta la
noche.
La muerte anda suelta por
la tierra
Los chotacabras golpean las ventanas
y en el cementerio los muertos se agitan en sus tumbas.
Esta noche ha muerto la luz,
esta noche ha muerto la poesía.
Me asomo a la ventana y
observo el cementerio
Con sus lapidas oscuras
desafiando a los vivos.
Oigo el repicar de mil
campanas sombrías y
Veo a los cipreses
arrodillarse ante el viento de la muerte.
A lo lejos se aproxima,
silencioso, un cortejo fúnebre
Un relámpago golpea e
ilumina la noche,
Iluminando las oscuras
caras del cortejo,
En ellas la tristeza está
reflejada.
A lo lejos un lobo aúlla
y en lo alto un cuervo grazna,
Luego otro, y así hasta
formar un oscuro coro celestial.
Las criaturas de la noche
presentan sus respetos a la muerte.
Si la muerte misma camina
entre los vivos esta noche.
El cortejo llega a su
destino y entra en la casa,
Dentro, en las tinieblas,
está el ataúd.
Es negro, de madera, y
majestuoso.
El ataúd, última morada
de la podredumbre humana.
El ataúd es llevado hasta
el cementerio, otro relámpago mata la noche,
Hasta llegar a la cripta
donde será enterrado.
Una mujer llora por el
muerto, por un amor
Nunca jamás confesado.
Me aproximo a la escena y
contemplo los rostros
De las personas, que con
cara triste, contemplan el entierro.
Amigos, conocidos, la
tristeza cubre su alma,
La oscuridad entre ellos
ha anidado,
En mitad del grupo, esta
ella, la mujer que llora.
Es alta, su larga y negra
caballera, ondea al viento
Y en por sus mejillas
corren las lagrimas
Por el amor que ha muerto
y al cual nunca dijo nada.
De repente, a lo lejos
aparece, una figura alta y encapuchada.
es una figura femenina,
se acerca a mi y me mira.
Con un gesto se quita la
capucha y me enseña su faz,
Unos ojos tan negros como
la noche sin estrellas.
Me toca y señala la lapida,
en ella está mi nombre
Si, esta noche he muerto,
y ahora mi alma
Viaja camino de la noche
eterna, donde encontrara
El castigo necesario a
mis crimines pasados.
La muerte, me señala un
portal, al otro lado
Solo alcanzo a ver
oscuridad. Siento dolor, soledad, tristeza y frió
al otro lado del portal
esta el abismo, mi meta final.
Miro atrás, y miro por última
vez a mis seres queridos.
Después con paso seguro y
tranquilo,
Entro en el abismo, para
siempre jamás.
Y en lo alto, un cuervo
grazna a la noche. “
Sin más y como la fría y huesuda mano de la muerte nos indica el camino,
adiós y Feliz Halloween.
Larga vida y prosperidad.